20 dic 2010

::pamela anderson posando como anita ekberg sin la fontana de trevi, subida en la portada de playboy::


Pamela Anderson emulando Anita Ekberg
Pamela  Anderson tiene 43 años, y después de protagonizar otras 12 portadas en la revista playboy, vuelve a protagonizar una portada emulando a Anita Ekberg de 'La Dolce Vita', la película de Federico Fellini que alimentó los sueños eróticos de toda una generación con la escena del remojón nocturno en las aguas de la Fontana de Trevi.

Este poster de Akita Eknerg bañandose en La Fontana de Trevi lo compré en Roma, en uno de los puestos callejeros, donde venden un montón de carteles de cine en el año 2006. Y lo tengo puesto en la pared de mi cuarto.
Kerstin Anita Marianne Ekberg (Malmö, 29 de septiembre de 1931) es una actriz y modelo sueca. Fue Miss Suecia en 1951 y compitió en el concurso de Miss Universo. Su papel más destacado en el cine es el de Sylvia en la película La dolce vita de Federico Fellini.

Su debut cinematográfico fue en la película Abbot and Costello go to mars a principios de los años 50. 


Después vendrían títulos como Loco por Anita (1945), Guerra y paz (War and Peace) de King Vidor (1956) o Paris Holiday (1958). Jerry Lewis le dio un empujón determinante en su camino al estrellato al hacer de ella la obsesión de uno de sus patosos pobres hombres en la discretamente divertida Loco por Anita, de Frank Tashlin. El hacer de sí misma y el convertirse en eje argumental de una película ya decía mucho der su popularidad de entonces, pero le supuso muy poca cosa más.
Desde luego, su condición de sueca no le reportó los beneficios que a otras actrices compatriotas suyas que, antes que ella, sí habían triunfado a lo grande. Recdordemos los casos de Grata Garbo o de Ingrid Bergman.


 
Después de seguir intentando ser en Hollywood algo más que una sueca jamona, sin conseguirlo, (en Valerie, por ejemplo), se vuelve a Europa donde trabaja en peplums (Bajo el signo de Roma), aventuras exóticas (Apocalipsis en el río amarillo) e, incluso, en el cine español (Los tres etcéteras del coronel), da el bombazo cuando Federico Fellini la selecciona para hacer el personaje de Sylvia en La dolce vita.





Sylvia, en La dolce vita, estaba inspirada en ella misma, ya que desde que regresó a Europa y se instaló en Roma, sus idas y venidas por la emblemática calle romana de Vía Venetto fueron la comidilla de la vida social de la ciudad eterna.



En la famosa vía romana se hicieron legendarias su disputas con su marido en esos años, el actor inglés Anthony Stell.

ANITA EKBERG POR FEDERICO FELLINI

En el libro de Charlote Chandler “Yo Fellini”, el gran director italiano habla acerca de su musa. Sobre la inclusión de Anita Ekberg en La Dolce Vita dice:

“La primera vez que vi una fotografía de Anita Ekberg, por casualidad en un periódico, fue como ver cobrar vida a uno de mis dibujos. No sabía a quién debía confiar el papel de Sylvia, pero cuando vi la foto de Anitona, la imagen misma de la mujer que necesitaba, fue como un presagio. Supe que tenía que contratarla para la película, e hice que mi ayudante la llamara para concentrar una entrevista. Su agente me dijo que ella jamás trabajaba sin ver primero el guión. En mi opinión, él hablaba en realidad por sí mismo, dándonos a entender que él jamás trabajaba sin haber visto primeramente un guión. Mi ayudante le dijo a su agente que no había ningún guión. De manera que la Ekberg firmó.”
“Cuando la conocí personalmente, comprendí que representaba mejor el personaje de lo que jamás hubiera creído”.
“-Es usted mi imaginación encarnada- le dije”.
“-No pienso acostarme con usted- me respondió ella”.
“Era muy desconfiada. Creía que todos los hombres querían irse a la cama con ella, sólo porque era cierto. No confiaba en mí porque no podía ver un guión en sus manos”.
“Le dije a Marcellino que había conocido a nuestra Sylvia, y que era ‘increíble’. Él se mostró ansioso por verla con sus propios ojos. Los invité a los dos a cenar. No se puede decir que fuera un flechazo. La mayor parte de las mujeres encontraban a Mastroianni atractivo desde el primer momento, pero con la Ekberg no fue así, o, si lo fue, ella no lo demostró. Se mostró fría con él. No hubo ninguna compenetración. Él no habló ni siquiera las pocas palabras que conocía de inglés. Y ella tampoco hizo gala de su poquito italiano. Posteriormente, Anita me confesó que no encontraba a Mastroianni atractivo. Y él me dijo que no la encontraba atractiva. Eso no estableció ninguna diferencia. Yo había hallado a mi Sylvia”.
“Poco importaban los sentimientos que pudieran tener el uno por el otro. En la pantalla, ambos irradiaban sexualidad”.
“En la vida no encajaban, porque ella estaba acostumbrada a que los hombres la persiguieran, y no le gustaba tener que hacer ese papel. Y Marcello estaba también acostumbrado a que fueran las mujeres las que le persiguieran. Además, le gustaban delgadas”.
“La dolce vita transformó la vida de Anita Ekberg. Después de eso, ya no fue posible a Anita alejarse de la Fontana de Trevi. Había encontrado el lugar donde realmente existía, y Roma se convirtió en su hogar”.


En España rodó algunas coproducciones sin mayor éxito y aquí llego a ser Malenka, la sobrina del vampiro, y mucho más adelante, en 1996, la pudimos ver como una Bámbola no ya rota, sino destrozada, en la película del mismo título dirigida por Bigas Luna.



 
En la actualidad vive en su querida Roma, rodeada de perros y gatos, absolutamente sola, seguramente rememorando sus tiempos de esplendor, que ahora ya no le quedan. Debe ser duro ser una belleza y acabar siendo un viejo más. La recordaremos siempre por el esplendor de su provocativa belleza y por su baño nocturno en una cálida noche de la Roma decadente que tan bien supo describir Federico Fellini. Mirando desde la cama a la pared.


@ Cual + W

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